DE POR QUÉ NO FUI A UNA AGENCIA DE EXTRAS PARA TELEVISIÓN.

DE POR QUÉ NO FUI A UNA AGENCIA DE EXTRAS PARA TELEVISIÓN.

El ridículo no está en mis planes de estudio. Me conozco lo suficiente como para saber que mi cara no da una posibilidad sino para que, de pasar la prueba, me contraten de bruja y, en ese caso, me basta, con tratar a mi yerno. No necesito más.

Me falta de tiempo para cumplir con mis obligaciones. Cualquiera creerá que sacar 45 minutos o una hora para hacer fila, entregar el portafolio, asistir a la entrevista, presentar la prueba y cancelar cinco mil pesos es fácil. Debe ser porque no tiene la presión que tengo para cumplir con mi trabajo, realizar la labor de vigilancia y control de tareas, acompañamiento a la recuperación cardiovascular al esposo recién infartado, y entregar varios informes al tiempo porque se está acabando el contrato. Lo lamento, no soy la más ocupada pero tampoco tengo el tiempo para realizar esta tarea.

Privilegié otras ocupaciones.
El lunes tuve cita con el Ministro del Interior y Justicia a quien conocí y sentí (habla fuerte y estimula en el mismo sentido a quien lo oye), no pudimos quedarnos con él mucho tiempo, solo una hora y con su salida del salón los demás funcionarios dependientes de su rango, salieron disparados a entregarle los informes que yo debía hacer para mi jefe. Estuve en una reunión con mujeres par un reality español y, de pronto, allí cuaje lo de extra... veremos lo que entienden por mujeres de armas tomar y terminen dejándome en un rincón, de extra. Asistí a un evento de mujeres en calidad de relatora con quienes estuve durante dos días, me pagarán pero sería más justo que yo lo hiciera por todo lo que aprendí con ellas. Ojalá no vean esta nota porque es posible que de regalada me tengan un par de veces más y los recursos ofrecidos me sirven bastante.

Tengo posibilidades de escribir la crónica sin necesidad depresentarme , ni de publicar las fotos que pidieron como prueba de cumplimiento. Es innecesario hacerme pasar por una prueba de actuación porque he hecho los mejores papeles de mi vida jugándomela en la realidad. Cuántas veces he dicho mentiras que dan por verdades… cuántas otras me han dado pataletas porque las cosas no salen como quisiera y se me han cedido… cuántas ocasiones para decir déjate ver para conversar y por dentro, ojalá por ahora no vuelva a aparecer… para qué o por qué necesitaría ir a una agencia de extras cuando yo me califico de buena actriz.

Todos conservarán buenos motivos para asegurarse de una buena pose, un buen relato, una buena entrevista y hasta de una buena nota. Yo me conformaré con dar las razones de por qué no fui.

Espero que quien me quiera palanquearme como extra, haga saber que mis méritos actorales están en entredicho por no haber cumplido con una tarea de la universidad… tarea que a mis años suena a destiempo… algunos años atrás quizá hubiera extraviado mis ilusiones de ser maestra, política, estudiante de comunicación social, madre o esposa… cualquier otro rol social.

Hubiera podido cantar con Silvio, “qué descamisado el tono de decir, cada palabra desafiando un temporal…” ahora, solo balbuceo.

Por ahora les ahorro la molestia de conocerme en fotos… no se pierden de nada.

Me ahorro el tiempo y los cinco mil pesitos… algo es algo.

Ahorro la posibilidad para cuando pueda estar mejor presentada, es decir, cuando mis bolsas oscuras y mi hermoso par de ojeras se hayan borrado… o cuando haya conseguido ropa de color que combine con ellas.

No es más. Tampoco fue menos.
Espero no haber desilusionado a tanto fan con ganas de farolear con alguien. Confío en no haber ilusionado a alguien, menos a mi abogado profesor.

Será en otro intento que me logren vincular a ese tipo de redes en quienes no confío.

Un abrazo y seguiré contándoles a dónde más no voy a ir.

Miryam